Una forma común de pensar

El relativismo significa que no hay Dios y, por tanto, no hay absolutos en ningún ámbito de la vida. Todo está en juego.

En la primera página de The Closing of the American Mind, Allan Bloom escribe: “Hay una cosa de la que un profesor puede estar absolutamente seguro: casi todos los estudiantes que ingresan a la universidad creen, o dicen que creen, que la verdad es relativa”. ¹

Lo que ese libro pretendía demostrar es que la educación es imposible en un clima así. La gente puede aprender habilidades, por supuesto. El estudiante puede aprender a conducir un camión, manejar un ordenador, realizar transacciones financieras y gestionar muchas otras cosas difíciles. Pero la educación genuina, que implica aprender a examinar el error para descubrir lo que es verdadero en lugar de falso, bueno en lugar de malo y bello en lugar de feo, es imposible, porque los objetivos de la verdadera educación (la verdad, la bondad y la belleza) no existen según el relativismo.

Además, incluso si la verdad, la bondad y la belleza existieran en algún lejano país metafísico de Nunca Jamás, sería imposible encontrarlas, porque incluso el proceso de descubrir los absolutos requiere una creencia en absolutos; requiere creer en absolutos como las leyes de la lógica, por ejemplo.

Una base sin esperanza

La solución que ofrece Bloom en este libro, por lo demás excelente, es inadecuada. Ofrece un retorno al platonismo, la búsqueda griega clásica de absolutos, sin reconocer la necesidad de un punto de partida en Dios y la revelación. Sin embargo, Bloom tiene toda la razón acerca de lo que hace el relativismo.

Hace imposible la verdadera educación y socava incluso la búsqueda de lo excelente.

No es de extrañar que, con una filosofía destructiva tan subyacente como el relativismo, por no mencionar el secularismo y el humanismo, Estados Unidos esté experimentando lo que la revista Time llamó “un pantano moral” y “un vacío de valores”. ²

James Montgomery Boice

(7 de julio de 1938 - 15 de junio de 2000) fue un teólogo, profesor de Biblia, autor y orador cristiano reformado estadounidense conocido por sus escritos sobre la autoridad de las Escrituras y la defensa de la inerrancia bíblica. También fue ministro principal de la Décima Iglesia Presbiteriana en Filadelfia desde 1968 hasta su muerte.

Notas

¹ Allan Bloom, The Closing of the American Mind (Nueva York: Simon and Schuster, 1987), 25.

² Time (25 de mayo de 1987), 14.