El Verdadero Evangelio de Jesucristo


El evangelio de Jesucristo es el mensaje central de la Biblia y la única esperanza para la humanidad. Dios, en Su infinita santidad y justicia, demanda que el pecado sea castigado. La Biblia dice:

"Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23).


El pecado nos separa de Dios y nos condena a la muerte eterna, pero en Su gran amor, Dios proveyó un Salvador: Jesucristo. Él, siendo Dios, tomó forma humana y vivió una vida perfecta, sin pecado, para cumplir la Ley que nosotros no podíamos cumplir.


En la cruz del Calvario, Jesucristo murió como sacrificio perfecto por nuestros pecados. Él recibió en Su cuerpo la ira justa de Dios que nosotros merecíamos:


"El castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por Su llaga fuimos nosotros curados" (Isaías 53:5).


Jesús no permaneció en la tumba. Al tercer día, resucitó de entre los muertos, demostrando Su victoria sobre el pecado y la muerte:


"Pero ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho" (1 Corintios 15:20).


La resurrección de Cristo nos garantiza vida eterna para todos los que se arrepienten de sus pecados y ponen su fe en Él:


"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).


Este es el llamado del evangelio: Reconoce tu pecado, arrepiéntete, y confía únicamente en Jesucristo como tu Señor y Salvador. Él es el único camino hacia el Padre:


"Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6).


Hoy es el día de salvación. No endurezcas tu corazón. Rinde tu vida a Cristo, y Él te dará perdón, paz y vida eterna en Su presencia.


"El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio." (Marcos 1:15).


La Promesa de Vida Eterna en Cristo


Jesucristo no solo vino a salvarnos de la condenación eterna, sino también a darnos una nueva vida en comunión con Dios. La Biblia enseña que, al creer en Él, somos transformados y reconciliados con nuestro Creador.


"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, todas son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17).


La salvación no es solo un boleto al cielo; es el comienzo de una relación viva y permanente con Dios. Por medio de Su Espíritu Santo, Dios mora en nosotros, guiándonos, fortaleciéndonos y asegurándonos de que somos hijos suyos:


"El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios" (Romanos 8:16).


Como hijos de Dios, estamos llamados a vivir para Su gloria, a apartarnos del pecado y a proclamar Su evangelio al mundo. Jesús nos dio esta misión antes de ascender al cielo:


"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15).


La promesa del evangelio es que un día estaremos con Cristo por la eternidad. La muerte ya no tiene poder sobre los que han sido redimidos por Su sangre:


"Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y Él morará con ellos; y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como Su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron" (Apocalipsis 21:3-4).


Este es el glorioso destino de los que están en Cristo. Él ha hecho todo lo necesario para que podamos disfrutar de esta esperanza viva. La pregunta es: ¿Has puesto tu fe en Él?


Jesús está llamando. No esperes más. Rinde tu vida a Él y experimenta la plenitud de Su amor, gracia y vida eterna.


"Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente" (Apocalipsis 22:17).


Jairo Rodríguez


Miembro de la Iglesia Bíblica Cristiana de Cali, sirve en los ministerios de oración, evangelismo y centro de bienvenida. Estudiante del Seminario de Expositores SEMDEX. Creador y administrador de Cristiano Bíblico.

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