Satanás ataca poniendo en duda la credibilidad de Dios



Satanás, desde el jardín del Edén, trata de minar la confianza del hombre en Dios. La serpiente plantó la duda en la mujer y la tentó a desconfiar de Dios (Génesis 3:1-6).


La seguridad y fortaleza mayor del hombre y su mujer se encontraba en su confianza en Dios; por tanto, Satanás buscó destruirla poniendo dudas en sus mentes sobre la bondad de Dios. El argumento diabólico fue el siguiente:


"¿Con que Dios ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?... Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal" (Génesis 3:1; 4, 5).


La implicación del ataque fue que "Dios no es bueno y les ha mentido, por tanto, no podéis confiar en Él, porque Dios no dice la verdad".


La estratagema satánica, ayer y hoy, es siempre tratar de causar en nuestra mente duda en cuanto a la veracidad de Dios para que no confiemos en Él.

 

El apóstol Juan, miles de años más tarde, escribe a cristianos que estaban siendo expuestos a mentiras por labios de falsos maestros, "el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio de Dios" (1ª Juan 1:10). Cuando dudamos de la Palabra de Dios, y no creemos lo que Él dice, ¿Qué sucede? "Le hacemos a Él mentiroso". Es como decirle a Dios: "Yo no creo lo que tú me dices". Tal actitud es blasfema porque, lo digamos o no, cuando no creemos lo que Dios declara en Su Palabra, estamos atribuyendo a Dios justamente la característica y naturaleza del diablo, mentiroso. Esto es blasfemo.


En Juan 8, el Señor se dirige a los judíos que el escuchaban, quienes creían que era hijos de Dios por ser descendientes de Abraham y les dice:


"Sois de vuestro padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro padre. Él fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira" (Juan 8:44).


La mentira, cualquiera que sea su manifestación, cualquiera que ésta sea, tiene su origen en el mentiroso, el diablo. ¡Qué increíble afrenta a Dios es, entonces, dudar de lo que Él dice, ya que Él es verdadero y todo lo que dice es verdad!


Henry Tolopilo


Sirve como pastor asociado de Grace Church, supervisando el ministerio de Grace en Español. Anteriormente sirvió como misionero en Costa Rica y México, y también trabajó como director de desarrollo de currículo para LOGOI International en Miami, Florida. Henry tiene títulos de la Universidad de Biola (B.A.), el Seminario Teológico Talbot (M.Div.) y el Seminario Teológico de Dallas (S.T.M.).

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