Por John Owen
"Porque si viviereis conforme á la carne, moriréis; mas si
por el espíritu mortificáis las obras de la carne, viviréis” (Romanos 8: 13)
En este texto el apóstol Pablo confronta a sus lectores con
dos caminos de vida posibles: El primero es “si viviereis conforme a la carne
moriréis”. La otra alternativa es “si por el espíritu mortificáis las obras de
la carne, viviréis”. El propósito de este libro es estudiar el segundo de estos
dos caminos de vida. “Comenzaremos nuestro estudio examinando las cinco frases
que componen nuestro texto.
Primero, el texto comienza con la palabra "si".
Pablo usa este "si" para indicar la conexión entre la mortificación
de las obras de la carne y la vida. Esto es como decir a un hombre enfermo:
"Si tomas la medicina, pronto te sentirás mejor". Al hombre enfermo
se le está prometiendo un mejoramiento en su salud, a condición de que siga las
indicaciones que se le dan. En una manera semejante el “si” de nuestro texto
nos dice que Dios ha señalado “la mortificación de las obras de la carne” como
el medio infalible para alcanzar “la viga”. Existe una relación inquebrantable
entre la verdadera mortificación del pecado y la vida eterna. “Si...
mortificáis las obras de la carne, viviréis”. Aquí está entonces el motivo para
obedecer el deber que Pablo prescribe.1
Segundo, la palabra "vosotros" nos dice a quienes
este deber y promesa tiene aplicación. "Vosotros" se refiere a los
creyentes descritos en el primer versículo como "los que están en Cristo
Jesús". Se refiere a aquellos que "no estáis en la carne, sino en el
espíritu" (versículo 9). Se refiere a aquellos en quienes mora el Espíritu
(versículos 10-11). Es tonto e ignorante esperar que alguien que no sea un
creyente verdadero, cumpla con este deber. Si pensamos cuidadosamente acerca de
a quienes Pablo está escribiendo y qué es lo que les dice que hagan, podemos
hacer la siguiente declaración: Los creyentes verdaderos, quienes definitivamente
son libres del poder condenatorio del pecado (y de su esclavitud), no obstante,
deben ocuparse a lo largo de sus vidas con la mortificación del poder del
pecado que todavía permanece en ellos.
Tercero, la frase" por el Espíritu" se refiere a
la causa principal o el medio para llevar a cabo este deber. El Espíritu
mencionado aquí es el mismo que se menciona en el versículo 11, es decir el Espíritu
Santo. Él mora en nosotros (versículo 9) y nos da vida espiritual (versículo
11). Él es el Espíritu de adopción (versículo 15) y nos ayuda en nuestra debilidad
(versículo 26). Todos los demás métodos para mortificar el pecado son inútiles.
Muchas personas pudieran intentar esta obra usando otros medios. (Vea Romanos
9:30-32.) Siempre han existido personas que lo han intentado y siempre las
habrá. Pero Pablo dice: "ésta es la obra del Espíritu", y solamente Él
lo puede hacer. Mortificar el pecado en base a los esfuerzos humanos, en conformidad
con sus propias ideas, conduce a la justicia propia. Esta es la esencia de toda
religión falsa.
Cuarto, la frase “mortificar las obras de la carne” nos
habla del deber que debemos cumplir.2 Consideraremos esta frase
haciendo y contestando tres preguntas:
a. ¿Cuál es el significado de "la carne"? Esta es
la misma expresión usada frecuentemente en este capítulo para referirse a
"la naturaleza pecaminosa" (vea Romanos 8:3, 4, 5, 8, 12 y 13) Pablo
está enfatizando la diferencia entre el Espíritu y la naturaleza pecaminosa. El
cuerpo es el instrumento que el pecado. usa para expresarse a sí mismo
expresarse a sí mismo. Entonces, Pablo usa la expresión "la carne"
para expresar la naturaleza corrupta y la depravación del hombre.
b. ¿Cuál es el significado de la frase "las obras"?
Esto se refiere a los actos pecaminosos que la naturaleza pecaminosa (la carne)
produce. En Gálatas 5:19-21 el apóstol nos da algunos ejemplos de estas
"obras": "Y manifiestas son las obras de la carne, que son:
adulterio, fornicación, inmundicia, disolución, Idolatría, hechicerías,
enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias,
homicidios, borracheras, banquetes." Pero la preocupación principal de Pablo
en Romanos 8 no son las obras externas, sino su causa interior. Es el deseo
pecaminoso no controlado lo que produce tales obras y lo que necesita ser radicalmente
tratado.
c. ¿Cuál es el significado de "mortificar" (hacer morir
o amortiguad)? Este es un lenguaje figurado. Imagine que se mata a un animal.
Matar un animal significa quitar su fuerza, poder y vida para que ya no pueda
actuar y hacer lo que quiere. Esta es la figura que está en mente aquí. La
naturaleza pecaminosa (o el pecado que todavía mora en nosotros) es comparada
con una persona, el "viejo hombre" con sus recursos habilidades,
sabiduría, maquinaciones, fuerza, etc. Pablo dice que esto es lo que debemos
matar: Esto es lo que debe ser muerto (mortificado), es decir su fuerza, poder
y vida deberían ser quitados por el Espíritu.
En un sentido, la mortificación del pecado es un evento que
ya ha ocurrido. La Escritura dice que" el viejo hombre" ha sido
crucificado con Cristo (Romanos 6:6). "Morimos con Cristo", dice
Romanos 6:8. (Vea también Gálatas 5:24.) Esto ocurrió en el momento cuando nacimos
de nuevo (Romanos 6:3-8). Sin embargo, cada creyente tiene todavía los remanentes 3 de la naturaleza pecaminosa que buscarán continuamente expresarse.
Es el deber de cada creyente hacer morir los remanentes de esta naturaleza
pecaminosa. Esto debe ser hecho continuamente para que los deseos de la
naturaleza pecaminosa no sean satisfechos. (Vea Gálatas 5:16)
Finalmente, la frase "viviréis" es una promesa
dada a los creyentes para animarlos a cumplir su deber La vida prometida es lo
opuesto de la muerte con que se amenaza previamente "si viviereis conforme
á la carne, moriréis". (Vea también Gálatas 6:8.) Quizás el apóstol tiene
en mente tanto la vida espiritual en Cristo, como la vida eterna. Todos los
creyentes verdaderos ya tienen esta vida espiritual, pero pueden perder el
gozo, el consuelo y la fortaleza que esta vida les proporciona. En un contexto
diferente, el apóstol Pablo escribió, "Porque ahora vivimos, si vosotros
estáis firmes en el Señor." (1ª Tesalonicenses 3:8) En otras palabras, ahora
mi vida será buena y tendré gozo y consuelo en esta vida. En una forma
semejante el apóstol está diciendo aquí: usted vivirá una vida espiritual
buena, vigorosa y confortable, mientras que esté aquí y recibirá vida eterna en
el fin. La fortaleza, poder disfrute de nuestra vida espiritual dependen de la
mortificación de las obras de nuestra naturaleza pecaminosa.
1 Nota del editor: Muchos se han preguntado si
Pablo está diciendo en este texto, que la vida eterna depende de la
mortificación del pecado. La respuesta es que sí y que no. En primer lugar, la
respuesta es que no, porque esto sería salvación por obras. Pablo no contradice
aquí lo que el mismo enseñó en muchos otros textos que afirman que la salvación
es solo por la gracia. Entonces, ¿Por qué plantea el apóstol la importancia de
la mortificación en estos términos? o en otras palabras, ¿En cuál sentido
podemos contestar sí a esta pregunta? Daremos tres respuestas:
Primero, porque todos aquellos que viven conforme a la
carne, no son realmente creyentes. Los creyentes verdaderos ya no están bajo el
dominio y el control del pecado (la carne) y el apóstol afirmó este punto en
los versículos anteriores (vea Romanos 8:8-9). Las características de aquellos
que están en la carne indican claramente que son personas no regeneradas. Esas características
son mencionadas en los versículos 5 a 7 de este mismo capítulo e incluyen: La
enemistad contra Dios, el rechazo de la ley de Dios, el deseo de vivir
separados de Dios y el deseo dominante de agradar su naturaleza camal, en lugar
de agradar a Dios. Es debido a esto que tenemos que afirmar, que todos los supuestos
“creyentes carnales” son en realidad personas inconversas que irán al infierno.
Segundo, cuando Pablo dice "si viviereis conforme a la carne
moriréis", está haciendo una declaración general. Es como si dijera, todos
aquellos que meten su dedo al fuego serán quemados. Todos aquellos que
continúan viviendo bajo el control y el dominio de la carne (el pecado o su
naturaleza pecaminosa), morirán eternamente, porque pertenecen a la esfera de
los muertos.
Tercero, cuando el apóstol dice, "si por el Espíritu
mortificáis las obras de la carne viviréis", simplemente está hablando de
la salvación del pecado en términos más completos. Es decir, el propósito de
Dios en la salvación de los pecadores es “para que sean santos y sin mancha.” Esta
santificación es esencial como preparación para vivir en la presencia en la
presencia gloriosa de Dios. “perseguid … la santidad, sin la cual nadie verá al
Señor.” (Hebreos 12:14). La mortificación del pecado es una parte esencial en
este proceso de santificación. Si no estamos siendo santificados por Dios, pues
no vamos en camino a la gloria. Así que, la mortificación es simplemente una
etapa en el plan de Dios para sus hijos, tal como lo dice Pablo en Romanos 6:22
"Mas ahora, librados del pecado, y hechos siervos á Dios, tenéis por
vuestro fruto la santificación, y por fin la vida eterna". En este texto
vemos que la santificación está colocada como un medio esencial que nos prepara
para la gloria. Este proceso comienza con la liberación del dominio del pecado,
este punto es enfatizado en los versículos 2, 6, 14, 17 Y 18 de Romanos
capítulo 6. Entonces, si no hemos experimentado primeramente esta liberación,
la cual inicia el proceso de mortificación del pecado, esto quiere decir que no
tenemos vida espiritual y lo primero que deberíamos buscar en la mortificación
del pecado es la conversión.
2 Nota del editor: Esta palabra mortificar ha
sido traducida al español como "matar", "hacer morir" y "amortiguar",
y se usa en distintas formas. Por ejemplo, a veces significa negarse a gratificar
(cumplir) un deseo. En su uso simbólico significa molestar, fastidiar o amargar
la vida.
En su uso bíblico, esta palabra significa quitar la fuerza, la vitalidad
y el poder de algo a fin de que muera. La palabra incluye la idea de debilitar
por falta de alimento o hacer morir de hambre; o privar de la comida o
alimento. Esta es la idea que vemos en Romanos 13:14 que dice: "no
proveáis para los deseos de la carne", y en la Versión actualizada se
traduce como: "No hagáis provisión para satisfacer los malos deseos de la
carne". En otras palabras, debemos acabar con cualquier cosa en nuestras
vidas que sirva como "comida" para alimentar la naturaleza
pecaminosa, negándole toda cosa que le fortalezca o que le ayude a tener fuerza,
poder y vitalidad.
En el Nuevo Testamento la mortificación del pecado se
des-cribe en términos de una crucifixión. En el Nuevo Testamento la mortificación se
describe en términos de una crucifixión. (Romanos 6:6; Gálatas 2:20, 5:24 y 6:14).
La figura es la de una muerte lenta, gradual y dolorosa provocada por la
privación. También la mortificación es descrita en términos de violencia, la
idea es de hacer "violencia santa" contra el enemigo de nuestras
almas. Las palabras de Cristo en Marcos 9:43-47 "córtalo" y
"sácalo" corroboran esta idea. Las palabras de Pablo en 1ª Corintios 9:26-27,
"pongo mi cuerpo bajo disciplina y lo hago obedecer" nos habla no de
violencia física sino espiritual en contra del pecado. Igual, 1ª de Pedro 2:11
también nos hablan de la violencia espiritual: ''Amados, yo os ruego como á extranjeros
y peregrinos, os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el
alma".
El pecado lucha y pelea para preservar su propia vida. Pues,
no es fácil matar a un enemigo que lucha encontrándose en peligro. Como el
mismo autor dice, "Todos aquellos que piensan acabar con el pecado con
unos cuantos 'golpes ligeros' se equivocan, porque fracasarán y terminarán
siendo muertos por este enemigo."
3 Nota del editor: El autor usa la frase "remanente del
pecado" o "los restos de la naturaleza pecaminosa" que todavía
mora en los creyentes, para señalar una distinción importante: el pecado que
resta y el que reina. La regeneración asegura que los creyentes no pueden
continuar viviendo bajo el control del pecado, pero no significa la
aniquilación o la destrucción de las raíces del pecado en su corazón. La
regeneración no aniquila el pecado, sino que más bien produce un cambio en
nuestra relación con todo pecado.
El apóstol Pablo es un ejemplo de esta realidad. Vemos en su
vida que algunos pecados fueron mortificados en el momento de su nacimiento
nuevo (por ejemplo, su odio hacia los gentiles y cristianos). Otros pecados
fueron debilitados por la regeneración (vea Romanos 7:15-25) y algunos
permanecieron con mucha fortaleza (vea en 2ª Corintios 12:7-10 su lucha
continua contra el orgullo).
GUÍA DE ESTUDIO
1) Describe los dos caminos mencionados en Romanos 8:13, sus características y sus frutos.
2) ¿Qué quiere decir vivir conforme a la carne?
3) ¿Qué bienaventuranza implícita está en lo que Pablo no está diciendo?
4) ¿Qué demuestra una vida de victoria sobre el pecado, de lucha contra el pecado?
5) Si no somos salvos por obras, ¿cómo es que la Biblia dice, "Si por el Espíritu mortificáis las obras de la carne, viviréis?
6) ¿En qué sentido la mortificación del pecado está ligada con la salvación?
7) ¿En qué sentido la mortificación no está ligada con la salvación?
8) ¿Cuál es la corrección que le da este pasaje bíblico a la doctrina del "cristiano carnal"?
9) ¿Por qué debemos temer por el pecado que sigue morando en nosotros, si somos salvos para siempre?
10) ¿Cuál es el medio principal para que el creyente pueda mortificar el pecado?
11) ¿Cuál es la diferencia entre la carne que el creyente necesita mortificar, y la carne en que vive el no creyente?
12) El hecho de que aún more en nosotros el pecado, ¿quiere decir que este se enseñorea, o puede enseñorearse de nosotros?
13) El lenguaje figurado usado con la palabra "mortificar" ¿cómo debiéramos entenderlo?
14) ¿Qué quiere decir "mortificar las obras de la carne" y cómo se hace?
15) ¿Cuáles son las promesas que acompañan "el vivir conforme a la carne" y el "mortificar las obras de la carne" y qué indican tales promesas?
16) En el caso exclusivo de un verdadero creyente ¿qué es lo que le mantendrá en el gozo de su salvación, su consuelo y su fortaleza?
GUÍA DE ESTUDIO
1) Describe los dos caminos mencionados en Romanos 8:13, sus características y sus frutos.
2) ¿Qué quiere decir vivir conforme a la carne?
3) ¿Qué bienaventuranza implícita está en lo que Pablo no está diciendo?
4) ¿Qué demuestra una vida de victoria sobre el pecado, de lucha contra el pecado?
5) Si no somos salvos por obras, ¿cómo es que la Biblia dice, "Si por el Espíritu mortificáis las obras de la carne, viviréis?
6) ¿En qué sentido la mortificación del pecado está ligada con la salvación?
7) ¿En qué sentido la mortificación no está ligada con la salvación?
8) ¿Cuál es la corrección que le da este pasaje bíblico a la doctrina del "cristiano carnal"?
9) ¿Por qué debemos temer por el pecado que sigue morando en nosotros, si somos salvos para siempre?
10) ¿Cuál es el medio principal para que el creyente pueda mortificar el pecado?
11) ¿Cuál es la diferencia entre la carne que el creyente necesita mortificar, y la carne en que vive el no creyente?
12) El hecho de que aún more en nosotros el pecado, ¿quiere decir que este se enseñorea, o puede enseñorearse de nosotros?
13) El lenguaje figurado usado con la palabra "mortificar" ¿cómo debiéramos entenderlo?
14) ¿Qué quiere decir "mortificar las obras de la carne" y cómo se hace?
15) ¿Cuáles son las promesas que acompañan "el vivir conforme a la carne" y el "mortificar las obras de la carne" y qué indican tales promesas?
16) En el caso exclusivo de un verdadero creyente ¿qué es lo que le mantendrá en el gozo de su salvación, su consuelo y su fortaleza?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario